Compañías

La represión y censura que se vivió durante la dictadura cívico militar chilena, hizo que muchxs teatristas optaran por hacer de la calle su escenario. Además, para muchxs la calle significó la posibilidad de llegar a espectadorxs que de otra forma, por motivos económicos o por miedo, no podían asistir al teatro convencional.

Por otro lado, se ha elegido trabajar con este periódo, porque si bien se puede encontrar teatro de calle anterior a la dictadura cívico militar (1), se advierte que luego del Golpe las expresiones callejeras desaparecen, para volver surgir  – según lo estudiado – en 1980, año en el que se fundó el TEUCO (Teatro Urbano Contemporáneo) en la ciudad de Santiago, y el TUE (Teatro Urbano Experimental) en Concepción.

De esta forma, se puede apreciar, durante la década de los ochenta, una proliferación de compañías que hicieron del espacio público un sitio para expresarse creativamente. Haciéndose de los lugares que habían sido expropiados por la dictadura, para devolverlos, por breves minutos, a la ciudadanía. 

Cabe aclarar, que en gran medida los grupos que aquí se hospedan, han sido fundados en la ciudad de Santiago, exceptuando el trabajo realizado por el TUE (Concepción), el Teatro de Feria (Temuco) y El Cité (Valparaíso); por lo tanto, no representan necesariamente la realidad de todas las ciudades del país. Además, se debe señalar, que si bien esta última compañía no realizó teatro callejero como tal, sí levantó diversos pasacalles para atraer al público, expresión que ha sido considerada dentro de este corpus, por cumplir con la característica de ejecutarse en las calles.

En resumen, aquí podrás encontrar parte del trabajo de doce
compañías, las cuales podrás revisar a través de documentos, fotografías
y registros audiovisuales.

Si tienes otros documentos e información para añadir o modificar la existente, no dudes en escribir a archivo.ateca@gmail.com

(1) Por ejemplo, durante la campaña de Salvador Allende (1970) se realizaron diversos pasacalles, y más tarde, durante su gobierno, con la intención de educar sobre las transformaciones que se estaban realizando y aproximar la cultura a los sectores populares, se invitó a trabajar a Isidora Aguirre, quien creó el TEPA (Teatro Experimental Popular de Aficionados), el cual buscaba enseñar a pobladorxs, campesinxs y a internos de recintos penitenciarios, a crear sus propias obras para reflexionar sobre sus realidades. Así, en este contexto, Aguirre creó Los Cabezones de la Feria, un teatro itinerante político, donde se ocupaban grandes máscaras y túnicas para llamar la atención de los transeúntes.

sin compañía